LA CAIDA DE LA HUMANIDAD
En el jardín nuevo y hermoso, donde habitaban Adán y Eva, Satanás, como una serpiente, se le apareció a Eva.
Esta serpiente era más astuta que otros animales creados por el Señor Dios. Y la serpiente dijo a la mujer: "¿Es cierto que Dios les dijo a ustedes que no deberían comer de ninguno de los árboles del jardín?"
La mujer contestó: "Nosotros podemos comer la fruta de todos los árboles del jardín, sólo del fruto del árbol en medio del jardín no podemos comer. Acerca de él Dios nos dijo: 'Ustedes no deben comer de ese árbol. Si lo hacen, morirán.'"
Entonces la serpiente le dijo a la mujer: "Ustedes no morirán; Dios sabe que el día en que ustedes coman este fruto, sus ojos se abrirán y ustedes serán como dioses, conociendo el bien y el mal."
La Biblia dice que Satanás es el Padre de Mentiras, y naturalmente--él trató de engañar a la mujer--y le mintió acerca de Dios.
Cuando la mujer juzgó que los frutos del árbol eran buenos para comerse, que se veían bien y, sobre todo, que también podían darle sabiduría, tomó uno de sus frutos y comió y también le dio a su marido, el cual también comió.
Inmediatamente, sus ojos fueron abiertos y sus espíritus murieron. Ellos vieron que estaban desnudos, y cosieron hojas de higuera juntas para vestirse.
Entonces, cuando oyeron la voz del Señor que se paseaba en el huerto durante la hora fresca del día, Adán y su esposa se escondieron de la presencia de Dios entre los árboles del huerto. Porque ellos confiaron en su propio razonamiento en lugar de las palabras de Dios, murierón espiritualmente y perdieron la comunión con Dios.
Entonces el Señor Dios llamó a Adán diciendo: "¿Dónde estás?"
Adán respondío: "Oí Tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí."
Entonces Dios le preguntó: "Quién te hizo saber que estabas desnudo? ¿Has comido del único árbol del cual te mandé que no comieras?" Adán respondió: "La mujer que Tú me diste, me dio de esa fruta y yo la comí."
Y el Señor le dijo a la mujer: "¿Qué es lo que has hecho?" La mujer repondió: "La serpiente me engañó, y yo comí de esa fruta."
Entonces el Señor dijo a la serpiente: "Por haber hecho ésto, maldita serás entre todos los animales; sobre tu vientre andarás, y comerás polvo todos los días de tu vida: Y yo pondré enemistad entre ti y la mujer y su descendiente te aplastará la cabeza."
Esta maldición contra Satanás es donde primero se menciona en el libro de Dios que un dia Él enviaría un Salvador, nacido de una mujer, para vencer a Satanás.
A la mujer Dios le dijo: "Yo aumentaré en gran manera tus pesares. El dar a luz te causará dolor; y tu marido te gobernará."
Y dijo a Adán: "Por cuanto obedeciste a tu esposa y comiste del árbol prohibido, la tierra queda maldita. Desde ahora, todos los días de tu vida, sólo con dificultad podrás obtener de ella tu alimento.
Ella producirá espinas y cardos, y con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra. Te hice del polvo y al polvo regresarás."
Las hojas de higuera no cubrierón la desnudez de Adán Y Eva, así que el Señor Dios hizo vestidos de pieles para cubrir a Adán Y a su mujer. Dios tuvo que matar un animal para darles abrigo a ellos dos. Así pues, el pecado y la muerte entraron al mundo, a través de Adán.
Este método--de cubrir la desobediencia de la humanidad con la muerte de un inocente, fue el plan de Dios, aun antes que Él creara al mundo. Él sabía que la humanidad rechazaría Su dirección y fracazariá al tratar de ser dios de sus propias vidas. Dios le llama a este rechazo "pecado."
Pero, por el amor de Dios para toda la humanidad, El planificó enviar a un Salvador que moriría para proveer el perdón por los pecados de toda la gente.
Así que, el Señor expulsó a Adán y Eva del huerto de Edén, y colocó ángeles, llamados querubines, al oriente del jardín, y una espada de fuego girando en todas direcciones, impidiendo el acceso al Árbol de la Vida.
En el momento que Adán pecó, toda la humanidad estuvo sentenciada a morir. Pero en el plan de Dios, aún hay esperanza.
0 Response to "LA CAIDA DE LA HUMANIDAD "
Publicar un comentario