EDUCACIÓN CRISTIANA
Proverbios 22:6:
Instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de él
Dale Buena educación al niño de hoy , y el viejo de mañana jamás la abandonará.
Instruir: Es proporcionar conocimiento. Informar, dar datos o noticias sobre algo.
Para que haya instrucción se necesitan cuatro condiciones:
1- El que instruye o maestro
2- El receptor de la instrucción o alumno
3- El conjunto de conocimientos para ser trasvasados
4- La voluntad o acción de instruir y la de ser instruido.
Se pueden dar las tres primeras condiciones pero si no existe voluntad de aprender es muy difícil trasmitir conocimiento. Por ello es muy necesario que los profesores se formen adecuadamente para saber estimular a sus alumnos y conducirles adecuadamente en el proceso de aprendizaje.
En el versículo anterior se dan las dos primeras condiciones. La orden, el consejo, la exhortación es a realizar un trasvase activo de conocimientos desde el adulto al niño, ya que lo sembrado en esta etapa joven de los niños perdurará aún en la ancianidad.
El proceso de instrucción puede ser realizado:
• De forma delegada.- Y eso lo hace el sistema educativo nacional con el que algunas veces y en alguno a aspectos podemos no estamos de acuerdo.
• Personalmente y de forma oral por nosotros en nuestros hogares, y eso es lo que hacemos y debemos hacer desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir. Se sabe que la mayor influencia sobre un niño hasta su adolescencia proviene del entorno familiar. Por ello los padres también deben prepararse para afrontar el reto de la educación.
• Mediante el ejemplo, de forma callada, pero que habla más que todo lo que decimos verbalmente.
• Y puede haber un autoaprendizaje- proceso más complejo y que no se da en las primeras etapas de la vida, al menos en las cuestiones académicas.
En la primera opción casi no podemos intervenir. Nuestros hijos son instruidos por los profesores con mayor o menor éxito, y tan sólo podemos estar vigilantes para reforzar la labor del maestro y dar nuestra opinión clara cuando creamos que se les está enseñando algo con lo que moralmente no estamos de acuerdo.
Pero las dos formas de enseñanza siguiente las tenemos que llevar a cabo nosotros en su totalidad, y de ello dependerá el resultado de la instrucción en nuestros hijos.
Y el autoaprendizaje se ha de llevar a cabo a lo largo de la vida ya que del mismo dependerá mantenernos al día en muchos temas, incluso los espirituales.
¿QUÉ ENSEÑARLES A LOS HIJOS?
Hemos de reflexionar desde antes de que nuestros hijos nazcan en qué queremos que ellos sean, y por tanto qué queremos que ellos aprendan.
1- A ser personas autónomas. Poco a poco se les enseña a controlar sus esfínteres, comer solos, vestirse, lavarse los dientes, andar solos por la calle, hacer compras, controlar el dinero etc.
2- A ser personas sociales y educadas y responsables, de las cuales no salga la gente corriendo.- Compartir juegos, ceder ante los amigos, a tener buenos modales, a ser respetuosos, a obedecer a las personas en autoridad etc.…
El éxito del padre permisivo es el éxito de Eli, que permitió cometer a sus hijos pecados incluso en el templo y sólo tuvo dolor y pena en su vejez.
Isaac con respecto a sus hijos Esau y Jacob fue bastante permisivo y tanto él como Rebeca establecieron diferencias entre los hijos: a Isaac le agradaba mas el carácter de Esaú y a Rebeca el de Jacob. Y la historia de esta familia acabó con disensiones, peleas entre hermanos y dolor a los padres, los cuales murieron sin llegar a despedirse de uno de sus hijos.
David con sus hijos tampoco es un ejemplo de saber educar y le trajeron también dolor en su vejez.
De la importancia que le demos a la enseñanza de nuestros hijos determinará que los chicos y chicas lleven una vida ordenada, disciplinada, que su relación sea aceptable en el medio en el que viven.
Es una enseñanza imprescindible para ser aceptados por los demás. Eso determinará su buena relación en el trabajo, con los compañeros etc.
Instruye al niño en su camino y ………….
En la actualidad, con la crisis de autoridad que existe creemos que estamos más cerca de los niños si dejamos que hagan lo que quieran, que nos tomen a broma y no nos hagan caso. Pero esa es una malísima creencia que redunda en una malísima enseñanza.
Los niños han de aprender desde que nacen a respetar a sus padres y a la gente que les rodea, solo así les respetarán a ellos mismos.
De lo que enseñemos a nuestros hijos y de cómo les enseñemos depende la suerte profesional y social de nuestros hijos. Por eso debemos dedicar todo, todo, todo el esfuerzo en que esas dos apartados estén bien cimentados. EDUCACIÓN Y RESPETO
3- Educación Cristiana.- Como cristianos debemos intentar que aprendar a conocer, a respetar a Dios que es la base imprescindible para llegar a tener un encuentro personal con Jesús que transforme sus vidas.
Esta educación es lo que va a diferenciar a nuestros hijos del resto de compañeros que no tienen conciencia de la realidad del mundo espiritual, del mundo divino. La enseñanza cristiana les permitirá entre muchas cosas a:
• Tener conciencia de lo prohibido.- Lo mismo que el Señor enseño a
Adán y Eva que no podían comer de un determinado árbol nosotros
hemos de enseñarles a que determinadas acciones o actitudes no deben
ser propias de ellos.
Hay cosas que no pueden ni deben hacer porque traen consecuencias
nefastas para sus vidas. La desobediencia es el inicio de todo mal. El
engaño y mentira. Pequeños hurtos hoy se convierten en grandes robos
mañana. Coqueto con drogas o malas compañías trae consigo la destrucción de sus vidas, el engaño y la mentira los convierte en seres en los que no se puede creer.
• Tener conciencia del pecado. Si conociendo lo prohibido se realiza la
consecuencia es el pecado (desbiación de la norma establecida).
• Conocer que hay esperanza para el pecador (que somos todos) ya que el Señor ha provisto el perdón de pecados a través de Jesús, pero con un
verdadero arrepentimiento.
• Enseñarles a tener temor respetuoso de Dios; a tener confianza en su
protección, a esperar que Dios mismo le conduzca a lo largo de la vida a
las moradas celestiales.
¿CÓMO ENSEÑARLES?
Deuteronomio 11: 18- 23.-19 (Deuternomio11).- Y las enseñareis a vuestros hijos hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes y las escribirás…..
Continuamente hay que estar enseñando las verdades espirituales a los hijos, instruyéndolos en los caminos de Dios usando la palabra de Dios con amor y no como arma arrojadiza para afearles su conducta.
¿CÓMO SE PUEDE LLEVAR ESTO A CABO CON ÉXITO?
v. 18. Por tanto pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano y serán como frontales entre vuestros ojos.
Grabaos estas palabras en la mente y en el pensamiento; atadlas como señales en vuestras manos y en vuestra frente.
Y este es el secreto de una buena educación cristiana. No hay más secreto que llenarse personalmente de Dios, de sus verdades y trasmitirlas a los hijos mediante palabras, señales, consejos y de nosotros brotará el olor, la fragancia de un corazón lleno de Dios y no de religiosidad, engaño, resentimiento….
Los hijos no sólo oyen, ellos ve.
¿CUÁNDO SE ACABA LA INSTRUCCIÓN?- NUNCA, NUNCA. Siempre los
padres pueden y deben enseñar, el método sí que va a cambiar.:
1. Órdenes
2. Diálogo, advertencia
3. Ejemplo
Y siempre, siempre orad en todo tiempo y con todo ruego por vuestros hijos, para que el Señor los libre del día malo.
Instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él.
Y si tu hijo ha sido rebelde a tu enseñanza no desesperes, sigue orando día a día para que a través de sus propias circunstancias tu hijo encuentre a Dios. Porque la voluntad de Dios es que todos procedamos al arrepentimiento.
Los hijos son un regalo que Dios nos ha dado y tenemos la responsabilidad de intentar ayudarles a encontrar su puesto en este mundo y, especialmente, su lugar en el reino de los cielos.
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